Existen múltiples herramientas y enfoques de estudios que afectan el cómo los estudiantes aprenden. El microaprendizaje en bits, por ejemplo, facilita la asimilación de contenidos en bloques de entre 3 a 15 min; el aprendizaje híbrido, por otro lado, permite comprender temas complejos al combinar elementos tradicionales con las nuevas tecnologías.
Con ambos, el estudiante de preescolar hasta secundaria logra adquirir nuevas habilidades y destrezas en el ramo intelectual que a largo plazo le servirán para desempeñarse en el área profesional de su elección.
Pero esto no es todo, existe también otro factor de influencia sobre el aprendizaje: las emociones y sentimientos de los estudiantes. El cómo aprenden a gestionar e identificar estas emociones es parte importante del proceso de desarrollo sociofectivo.
Identificar qué es, cómo se presenta en el aula, su impacto y métodos para fomentar el desarrollo socioafectivo infantil en clase, son conocimientos fundamentales para todo docente y padre de familia involucrado en el aprendizaje de los estudiantes del colegio en Aguascalientes. Quédate con nosotros para conocer más sobre el tema.
Tabla de contenidos
¿Qué es el desarrollo socioafectivo infantil?
El desarrollo socioafectivo en niños es el nombre que se le da al proceso mediante el cual los niños aprenden a reconocer, expresar y regular sus emociones, que a su vez les dan la habilidad para saber cómo establecer relaciones positivas con los demás, construir su identidad y autoestima.
Sin un proceso de desarrollo socioafectivo desde temprana edad, un niño podría tener dificultades para establecer vínculos saludables con sí mismo y los demás al no saber cómo expresar empatía o manejar su frustración, por ejemplo.
De ahí la importancia de reconocer el impacto de este proceso en el bienestar emocional y el aprendizaje integral del niño.

¿Cómo afecta el desarrollo socioafectivo al aprendizaje?
Los sentimientos y las emociones son una constante en el día a día de los estudiantes, por lo que no es extraño que afecten la manera en que se desenvuelven dentro del salón de clase. Aquí te presentamos 3 de los principales impactos del desarrollo socioafectivo en el aprendizaje:
1.- Motivación
Un buen desarrollo socioafectivo hace que los estudiantes sean capaces de construir un sentido de autoestima sólido. Al confiar en su habilidades y valor aumenta su interés por aprender y participar activamente en las actividades escolares. Esto les permite disfrutar más del proceso de aprendizaje y sentirse parte del grupo.
2.- Habilidades sociales
Al aprender a regular sus emociones, los estudiantes pueden comunicarse mejor con los demás, resolver conflictos con sus compañeros y expresar a su docente cuando necesitan ayuda o quieren compartir algo.
Esto impacta directamente en su aprendizaje, ya que un ambiente donde se sienten escuchados y entendidos facilita la colaboración. Algo que sin duda les será de ayuda en su vida fuera de la escuela.
3.- Desarrollo de habilidades de aprendizaje
El control emocional influye directamente en la capacidad para enfrentar retos académicos, ya que les permite manejar la frustración y seguir adelante cuando las cosas no salen como esperaban.
Significa aprender a fallar y entender que cometer errores es parte natural del proceso de aprendizaje. Que si se equivocan, no es el fin del mundo ni significa que sean malos estudiantes; al contrario, es una oportunidad para mejorar y ver la situación desde una nueva perspectiva.
Estrategias para impulsar el desarrollo socioafectivo en clase
Un colegio humanista entiende que, antes que estudiantes, los niños son simplemente eso: niños. Están en una etapa en la que apenas comienzan a reconocer lo que sienten y a aprender cómo responder a esas emociones.
Por eso, en el aula es fundamental ofrecerles espacios seguros y guiados donde puedan explorar nuevas situaciones y expresarse libremente.

1.- Juegos colectivos
A través del juego, los niños aprenden a convivir y resolver conflictos al experimentar emociones como la frustración, felicidad, enojo o tristeza.
Ahora bien, por costumbre, algunas de estas emociones suelen etiquetarse como “negativas”, cuando en realidad lo único negativo puede ser la forma en que se reacciona si no se manejan adecuadamente.
Si un niño aprende a reconocer y expresar su frustración con una comunicación asertiva, en lugar de reprimirla o estallar, está desarrollando una habilidad fundamental para la vida: la autorregulación emocional, que le servirá a su vez para fortalecer su desempeño académico.
2.- Lecturas
Cada niño percibe y expresa sus emociones de manera diferente. Para algunos, el juego no siempre es suficiente para identificar lo que sienten. En estos casos, los cuentos y las historias pueden ser de gran ayuda.
La literatura infantil les permite identificarse con los personajes o con las situaciones que viven en los relatos, lo cual les da la oportunidad de reflexionar sobre sus propias acciones o hablar con mayor confianza sobre lo que piensan y sienten en torno a un tema en particular.
3.- Actividades artísticas
Cualquier estudiante, tenga o no una inclinación artística, puede beneficiarse de espacios donde no sea necesario expresarse con palabras para comunicarse.
El arte, ya sea a través del dibujo, pintura, música o teatro, ofrece un canal libre y seguro para que los niños exploren y expresen sus emociones e ideas. Además de que estas actividades fortalecen el crecimiento de la autoestima, la creatividad y la conexión emocional con los demás.
Ya sea con estas u otras estrategias, te invitamos a incluir con mayor frecuencia momentos educativos que les permitan a los estudiantes desarrollar sus habilidades socioafectivas, en beneficio de su bienestar, tanto dentro como fuera del aula.



