Cada colegio humanista tiene como objetivo formar individuos que desarrollen al máximo su potencial intelectual, emocional y creativo. Para lograrlo, se utilizan métodos y modelos educativos que se adaptan a las diferentes personalidades y tipos de inteligencia de cada estudiante.
La musicoterapia, por ejemplo, es una herramienta que, aplicada de forma adecuada, puede ayudar a un estudiante a desarrollar habilidades que hasta entonces le habían resultado difíciles de dominar o que no había tenido oportunidad de explorar.
A continuación descubre la función, beneficios y aplicaciones en el aula de la musicoterapia enfocada en niños.
Tabla de contenidos
¿Qué es la musicoterapia y para qué sirve?
La musicoterapia o terapia musical es un método que utiliza la música y sus elementos: ritmo, melodía y armonía, con fines terapéuticos, enfocados en promover el fortalecimiento emocional, cognitivo, físico y social de los individuos.
Enfocado en niños la musicoterapia se convierte en una herramienta especialmente poderosa, pues a través del juego y la simple apreciación musical les permite explorar nuevas habilidades y expresar sus emociones de forma natural, dentro de un espacio seguro.

Beneficios de la terapia musical
Técnicamente, la musicoterapia no tiene un rango de edad definido; cualquier persona puede beneficiarse de ella. Sin embargo, es en los niños, especialmente durante etapas formativas, donde suelen observarse resultados más significativos.
Ya que su cerebro está en plena formación, esto los hace más receptivos a los estímulos musicales. De ahí que los estudiantes del colegio en Aguascalientes pueden experimentar beneficios como los siguientes:
1.- Fortalecimiento de las habilidades cognitivas
La atención, memoria, lenguaje y razonamiento lógico son algunas de las habilidades cognitivas esenciales que nos permiten adquirir conocimientos para comprender nuestro entorno, resolver problemas y tomar decisiones.
La música juega un papel importante en su evolución, pues es capaz de estimular las partes del cerebro relacionadas con la activación y fortalecimiento de las funciones cognitivas.
Por ejemplo, al prestar atención al ritmo de una canción e identificar sus patrones melódicos, el niño sin saberlo entrena su capacidad de concentración, lo mismo que al memorizar las letras, mejora su memoria.
2.- Mejor gestión de emociones
El desarrollo socioafectivo es uno de los principales procesos que permite la regulación emocional de los estudiantes. Cuando no se estimula adecuadamente llega a afectar no solo su aprendizaje, sino también su relación con ellos mismos y con los demás.
Encontrar formas efectivas de estimular este desarrollo, como a través de la musicoterapia, les permite encontrar maneras más accesibles para autorregularse y establecer vínculos positivos con sus compañeros.
Sobre todo, las actividades con música instrumental les brinda la posibilidad de expresar lo que sienten sin necesidad de palabras, especialmente cuando aún no tienen el vocabulario emocional necesario.
3.- Inspiración para el estímulo de la creatividad
La musicoterapia puede parecer, a simple vista, una actividad centrada en escuchar música o cantar. Sin embargo, también implica crear canciones, componer música e incluso aprender a tocar un nuevo instrumento.
La certeza de que pueden crear libremente sin ser juzgados fortalece la autoestima de los estudiantes, al mismo tiempo que abre la puerta a nuevas formas de canalizar su creatividad.
4.- Herramientas para la interacción con otros
La música activa múltiples áreas del cerebro relacionadas con el procesamiento del sonido y la expresión verbal.
Por ejemplo, a través de la repetición de canciones, los estudiantes más jóvenes aprenden nuevas palabras, expresiones y formas de articular sonidos, lo que facilita la comunicación con los demás, reduce la frustración y aumenta su participación.
Además, la música los motiva a trabajar en equipo, especialmente cuando se aplican actividades grupales como la creación de un coro o una pequeña orquesta.
Actividades de musicoterapia para niños
Existen ciertas actividades de musicoterapia que, aplicadas en el aula de un colegio privado o como una clase extracurricular, pueden potenciar el desarrollo de estos beneficios. Algunas de estas prácticas incluyen:

1.- Juegos musicales
Los juegos que involucran música, como pasar el ritmo, seguir patrones con palmas o moverse al compás de una canción, son altamente efectivos para captar la atención de los estudiantes y mejorar su coordinación motriz.
2.- Canto
Cantar canciones conocidas o nuevas en grupo o de forma individual tiene múltiples beneficios: mejora la articulación de palabras, enriquece el vocabulario y promueve una mejor respiración y control vocal.
3.- Audición musical
Además de ser una experiencia placentera, la audición musical estimula la percepción auditiva, atención selectiva y sensibilidad emocional. Por ejemplo, escuchar una pieza suave puede ayudar a calmar la ansiedad y regular el estado de ánimo, mientras que una canción rítmica puede motivar al grupo antes de iniciar una actividad.
4.- Aprender un instrumento
Aprender a tocar un instrumento, aunque sea sencillo como una flauta ofrece una vía de expresión alternativa que resulta especialmente útil para aquellos estudiantes que tienen dificultades para comunicarse verbalmente.
Además, les abre la puerta al mundo de la composición, ya que al explorar sonidos, ritmos y combinaciones musicales, los estudiantes comienzan a crear sus propias melodías, desarrollando así su creatividad.
Esta experiencia, así como las demás actividades fortalecen la expresión artística de los estudiantes al mismo tiempo que fomenta un profundo sentido de logro personal que puede influir positivamente en su autoestima y motivación.
Si eres docente, te animamos a incorporar este tipo de actividades en el aula. Si necesitas enfoques variados para adaptarte a los diferentes tipos de estudiantes a tu cargo, recuerda que en nuestro blog puedes encontrar contenidos como: el aprendizaje en bits, método híbrido y gimnasia cerebral.



